BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

29 octubre 2009

¿BRUJA?...¡MI SOMBRERO!

Hace algún tiempo, me comentaron de una señora "curandera" que se dedicaba a sacar "males" de aquellas personas que sentían que sus enfermedades no eran precisamente del cuerpo, sino fruto de una vulgar brujería. Se decía que la señora era relativamente buena en sus juegos en contra y con la magia negra...¡Uy!

Camarógrafo a bordo, nos fuimos hasta esa comunidad adelantito de Chimaltenango, algo cerca de Tecpán, Guatemala con el afán de ver de cerca a la misteriosa mujer que según algunas personas, era capaz de sacar sapos y culebras de un cuerpo embrujado ante los ojos del mismo afectado.

Contaban que de un huevo de gallina, saltaban los animalejos, tan sucios y apestosos como fuera la brujería que llevaba encima el hechizado.


¡Definitivamente tan fantasmagórico trabajo, era para filmarlo!!!

Su casa estaba llena de gente y también había en la calle, esperando que le sacaran las sabandijas del cuerpo y a lo mejor del alma. Todos debían ir armados de un huevo de gallina criolla y un octavo de guaro.

Luego de hacer algunas entrevistas, procedimos a hablar con la señora, quien al principio se portó un tanto recia y recelosa, pero luego de comentarle que estábamos haciendo un reportaje para la tele, le llamó altamente la atención el hecho de que la vieran en la pantalla chica y eso le sirviera para atraer a más "pacientes", como ella los llamó.

Ya me había puesto de acuerdo con un señor que iba a entrar a aquél lugar para ver si acaso tenía dentro de sí, sapos y culebras, para poder filmar.

Nos hizo pasar a un cuarto chiquito muy tétrico, lleno de imágenes ahumadas y velas donde olía bien feo. Allí paró al susodicho y repitiendo una ensarta de oraciones raras y a boca de puro, le pasó el huevo (el de la gallina) por todo el cuerpo, y luego lo roció con guaro.

Depués le pidió que se pusiera el huevo entre la camisa y lo mantuviera allí por un lapso de una hora.
Hecho el ritual, la persona se quedó en la sala de espera, acuchucando su huevito. Luego, pidió a todos poner su respectivo blanquillo en una palangana, la cual se la llevó para el cuartito.

Al rato empezó a llamar a uno por uno, y así delante de toda la gente, comenzó a romper cada huevo en un vaso con agua. Entre todos los que quebraba, salía alguno todo apestoso lleno de lodo, con olor a caca y con culebritas que se movían. Pegaba un grito la vieja y decía "¡Uyuyuy, puta usté, sí que lo tienen jodido, mire todo lo que le han metido!!!"

Todo el espectáculo era así de lejitos. Lo que despertó más mi curiosidad.


Después de eso, se procedía al respectivo pago y la compra de algunas hierbas medicinales.

En el intermedio de todo el show, mi camarógrafo y yo, habíamos visto unos movimientos un tanto extraños en un cuartito de al lado del altar. Sigilosamente, nos fuimos acercando y vimos a un joven armando cascarones y poniéndolos en una palangana. Pero dejamos transcurrir el espectáculo sin decir nada, para ver hasta dónde llegaban.

Al terminar el show, le pedí a la señora, poder tomar de cerca los vasos con las supuestas sabandijas que había sacado del cuerpo de los incautos pacientes. Pero en ese momento, cayó con un ataque y gritaba -¡Esa india pisada no quiere!!!, ¡Esa india me manda!

-¿Cuál- le pregunté, de forma escéptica. -Esa que se me aparece-, volvió a decir.

Supuestamente se trataba del espíritu de una indígena que la dominaba y quien era la que le ayudaba a expulsar hechicerías de la gente. Más me asustó ver a la bruja que devanada en el piso, se metió a un cuarto, al cual yo la seguí con camarógrafo y todo, y allí me repetía - ¡Esa india, quiere que ustedes se vayan...ayayay me tiene del pelo, me tiene del pelo!-... Y lloraba desesperada.

-Bueno - dije- pero primero déjeme hablar con ella.

Como no sabía para donde hablar, me paré a medio cuarto y empecé a hablar para todos lados y dije: - Mire doñita, nosotros no estamos haciendo nada malo, sólo estamos tratando de ayudar (sí pues), a la señora curandera....si usted quiere nos vamos para que la deje en paz, pero hasta pensábamos darle unos sus centavos... En ese momento, la curandera aseguró que el espíritu la soltó del pelo y que decía que sólo saliéramos del altar y que si queríamos, que hiciéramos tomas de la gente de afuera.

Salimos, pero antes, dimos una vuelta por toda la casa y llegamos a una pila del traspatio donde encontramos unas palanganas, llenas de pequeñas culebras, gusanos y arañas de hule, de esos que venden en las ferias.

¡¡¡Tremendo fiasco!!! Junto a la prueba del hombre arma-huevos del cuarto de al lado, sin más, dimos media vuelta y nos fuimos de allí. Claro, no dejamos el pisto que le ofrecimos a la espíritu.
Por babosos.

Regresamos riéndonos de la bruja llorando y fingiendo que alguien la tomaba de los pelos...y de cómo la supuesta espíritu accedió inmediatamente al escuchar que iba a haber pisto. Nos reímos de las arañitas y culebritas de feria...y de imaginarnos de dónde sacaban el agua apestosa.

Nos reímos de mí, hablándole a la nada, como la negrita de la película Ghost....Y nos reímos de todos los que iban a caer de tontos con la dizque bruja quien jugaba con sus miedos y sugestiones. Pero también nos dio enojo, ver como hay gente que todavía cree en babosadas y "vivos" que se aprovechan.


Es que hasta para ser bruja, creo hay que tener dignidad y ética o al menos hacerlo bien....pero y ¡¡¡cómo hay gente que cae!!!

Porque de que hay brujos, los hay y de los meros trompudos, que entierran sapos vivos a medianoche en el cementerio...a los cuales también les he hecho sus reportajes, pero ya les contaré en otra ocasión.

Pero como uno de eso brujos mayores me dijo en una filmación, que ellos sienten al que tiene a Jesucristo, porque no hay brujo que pueda hacerle daño ni hechicería que le cale....y como yo digo siempre: ¡Dios nos guarda de todo mal!




Soy católica y como tal, no comparto ciertas creencias que la misma Biblia menciona y prohibe como la hechicería, pero como periodista me ha tocado cubrir historias de todo tipo, muchas de ellas parte del folklore de nuestros pueblos....para ello, siempre me acompaño del Todopoderoso quien sabe que lo hago por trabajo nada más.

Foto: http://www.flickr.com/search/?q=bruja

10 octubre 2009

SE PERDIÓ EL CHUCHO...Y REGRESÓ EN BUS

Muchos de ustedes ya han leído del Tifón, mi gran amigo de la infancia. Ese era bien "de al pelo", pero como todo chucho, a veces pelaba cables el pobre. Recuerdo una vez que se perdió por meses y del día que lo encontré.

Una tarde la princesa, vio una estrella aparecer....¡ah nel, verdad! esa es otra historia muchá, y ni mía, sino de don
Rubén. (También se me pela el coaxial de vez en cuando).

Bueno, como les contaba, una tarde me tenían que llevar al doctor. Tendría yo como 8 años y una prima que nos cuidaba, me arregló para que nos fuéramos a esperar a mi mami al salir del trabajo. Salimos apuradas de la casa, y el Tifón se fue detrás de nosotras. Casi siempre cuando le ordenábamos que se regresara, lo hacía, pero esa vez no hizo caso.


Llegamos a la parada de la camioneta y no se regresaba. Nos subimos al bus y quería subirse él también (creo que a dar su colazo), pero lo espantamos para que se regresara. Se fue detrás, corrió como una cuadra y se quedó viéndonos triste. Yo me sentí afligida, pero mi prima me consoló diciéndome que los perritos saben cómo regresar a su casa.


El asunto fue que por la noche cuando regresamos, el Tifoncito no estaba. Mis hermanos me dijeron que lo habían buscado por todos lados, sin suerte de encontrarlo. Naturalmente nos pusimos muy tristes y la recuperación para superar la pérdida de nuestra mascota, fue bastante dura. No podía creer que se había desaparecido...y dentro de mí sentía que había sido por mi culpa.


Pasaron los meses y un día veníamos en el bus del colegio, y yo como siempre viendo por la ventanilla como "chucho'e rico"*, cuando en un grupo de perros, ¡ vi al Tifón ! Lo miré y le grité, ¡Tifón! y también me vio. El bus siguió su marcha y yo, muy asustada le dije a mi hermana que venía también allí. Pero como ella era más grande, como que no mucho me creyó.


Al próximo día, quise fijarme mejor al pasar por la misma colonia, a lo mejor miraba de nuevo a mi chucho. Y allí estaba echado, en el patio delantero de una casa. Le volví a gritar y me vio de nuevo un poco asombrado.


Llegando a mi casa, le dije a mi hermano y después a mi mamita que había visto al Tifón y que mi hermana no me creía. Que al menos me dieran la oportunidad de ir a ver. Mi mami me dijo que íbamos a ir en cuanto pudiéramos, pues no sabíamos qué clase de personas se lo habían robado. Pero yo quería ya de regreso a mi perrito.


Así que al siguiente día, le conté al chofer del bus lo que estaba pasando y con mi hermana lo convencimos de parar un ratito, sólo para convencernos si era o no el Tifón.

Al pasar frente a la casa yo le dije ¡allí, allí está!. Todos los compañeros del colegio le gritaron al chofer que parara !Pare don! y yo, me bajé corriendo. Vi para todos lados, abrí la puertecita del jardín de aquella casa desconocida y llamé a mi perro, quien muy alegre me saludó con uno de sus particulares besos y sin más, se subió al bus con todos los niños.


Parecía lica eso, muchá. Aquel muchachalito gritando en el bus con el tremendo perro pastor alemán corriendo y moviendo la cola por todos lados. Y mientras yo, llorando de la felicidad de haberlo encontrado.


Al llegar a la casa, la alegría de mi hermano, mi prima y mi mamá al llegar por la noche, fue fenomenal. No podían creer que lo habíamos encontrado ¡ y que estaba de regreso !


Por lo menos se le cumplió al chucho su deseo de viajar en camioneta.

Seguramente se sintió bien en esa casa donde lo tenían...o perdió la orientación para regresar...pero lo que sí sé, es que ese era mi perro, era un ser querido...y tenía que estar conmigo.


Dedicado a todos aquellos que tuvieron un amigo fiel en su niñez...y que el día que se fue, ese vacío fue irrellenable.




*Perro de rico.
Photo by Edson SØÅ®ES


Así como final de película, ya cuando están pasando los letreritos de créditos, me da por imaginar la cara de los que tenían secuestrado al Tífoni, que si hubo algún testigo de lo que pasó, creo que jamás le creyeron que el chucho se fue con una nena de 8 años y ¡en un bus escolar!...jajajaja.