BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

26 marzo 2008

BYE, BYE VINCHAS

El Negrito es suramericano, y es muy común que andemos descifrándonos el uno al otro palabras y frases que nunca en la vida habíamos escuchado (y aquí entre nos, algunas no sé de dónde salieron).

Tengo que cuidar ciertas expresiones como "¡A la Chucha!, pues para ellos esa es bien vulgar, mientras para nosotros es de uso diario.

Un día me dijo el Negris, "esta casa está llena de vinchas". ¡Puchis!- dije yo- ¡peor si ya nos cayó la plaga de las chinches nuyorquinas! (una plaga que desde el año pasado ha estado azotando varias regiones de Nueva York, incluso en hoteles de lujo). Yo ya iba a buscar un bote de OKO para darle al contra ataque, cuando me di cuenta que se refería a los ganchitos de pelo.

Lo que pasa es que a lo largo de mi vida, he venido cargando una melena enrarecida y enredada, que hasta he llevado con cierto aire de orgullo, ya que cuidar una cabellera tan abundante lleva tiempo, dinero y paciencia. Tres escasos recursos que cuando se empieza a debilitar también el de la juventud, y no queda más que creerle al Arjona su canción cursi esa, hay que ver cómo se les saca el mejor partido a la cabellera con cremas moldeadoras, mouses, hebillas, colas, pasadores chinos, nudos de scout, lazos de horca, etc.
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Y cuando el tiempo apremia, el mejor recurso para agarrarse semejante pajón, son los famosos ganchos sandinos (que le tuve que aclarar que no tienen nada que ver con los sandinistas). El pobre Negrito, ha pasado años recogiendo ganchitos por el baño, el cuarto, las escaleras, el comedor, el carro, etc. porque los hay tirados por donde quiera. Lo más chistoso es que a la hora de peinarme, no encuentro ninguno.

Hace poco que hubo unos vientos huracanados por acá, cuando salía a la calle el pelo se me hacía un remolino y al llegar a mi trabajo, parecía que me acaban de asustar y, de paso, asusté yo a algunos cuantos con la cabeza de Troll doll . Es que tengo el problema de que me crece en todas direcciones, para abajo, para arriba, para los lados. Entonces cuando está muy largo se me ensancha como cebollón.

Ya el Negrito me miraba algo desalentado, como pensando "ese pelo ya no vale" (ya no sirve), porque bien sabía que por más que me peinara, mi cabello es tan abundante que poco tiempo tardaría en su lugar. Y ni contarles de las penas que el pobre pasaba para dormir, cuando se daba vuelta en la cama y se pinchaba los ojos, o le picaba la cara con la colochera. Todo un mártir, San Negris, de mi melena truculenta.

Así que el domingo de Pascua decidí terminar con el sufrimiento: Me corté el cabello. Fui con una peluquera experimentada y me lo voló chiquito. ¡Ja! parecía Edward Scissorhands la fulana, cortando a diestra y siniestra; no sólo porque tenía unas uñotas, sino que me miraba así con cara de científica loca. Creo que le hice el día porque se dio gusto metiendo tijera.

Después de que el pelo me llegaba casi a media espalda para abajo, y al marco de la puerta para arriba y los lados (ya Rarotonga, pues), ahora tengo el corte de Lady Diana...¡Ah, Chish!. Bueno, con cierto tendencia a lo Hugo a Go-Go, pero allí vamos.

.Había tanto pelo tirado en le suelo, que bien hubiera alcanzado para rellenar una almohada de puros colochos (para que le siguieran pinchando los ojos a aqueche). Pero se fue a la basura, como también se fue el estrés de la desenredadera, el dolor de cabeza, el estar pensando cómo arreglármelo y me quitaron alrededor de 10 años. Es increíble cómo se puede cambiar y rejuvenecer con un corte de pelo. También se fueron al bote, todos los adornos de cabeza.

Pensé que me iba a quedar triste, como mi tío Pancho cuando era patojo y mi abuelita lo mandó a cortarse la melena de los 70´s, cómo lloraba el pobre en cada tijerazo... pero yo en cambio, me siento contenta, despejada, menos pesada y sin el dolor de los ganchos en la cabeza.

Quedé pelada y, vaya que me anduve pilas con la estilista, porque esas cuando agarran aviada, lo dejan a uno que ni Kojak, aunque ahora los estilos a la Hare Krishna están de moda. En una de esas me atrevo, pero con mi cara redondita y blanca lo más seguro es que parezca queso de bola.

Ahora sí, el Negrito y yo le dijimos bye, bye a las "vinchas" y ya no ando tan "cabezona" (despeinada). Aunque cuando salgo a la calle, siento más frío que de costumbre y si de repente me veo en el reflejo de un cristal o en un espejo, sin querer, me pregunto quién será esa vieja pelona y en el instante me acuerdo que soy yo. ¡A la Chucha!

Uy, perdón Negris.

Aishtá el foto, pué.


Foto: http://www.starpulse.com/Movies/Edward_Scissorhands/Pictures/

Hugo a Go-Go: http://www.davemackey.com/animation/seeger/batfink/episodes41-60.html

20 marzo 2008

UNA PAUSA

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Espectacular Foto de Catedral de La Antigua en Viernes Santo (Paso del Señor Sepultado y Canto del Perdón). Cortesía de La Antigua Guatemala Daily Photo y Byron Ortiz.

Una pausa, para desearles toda clase de bendiciones de Dios en estos días santos para los cristianos. Que estas fechas sean de reflexión y perdón para todas y todos ustedes. Que el recuerdo de Aquél que derramó su divina sangre por nuestros pecados, traiga paz , vida y esperanza a nuestras familias.

Para los que están en Guatemala, disfruten de nuestras costumbres, de las deliciosas comidas y del esplendor de nuestras procesiones únicas en el mundo. Por favor, si alguien de ustedes me recuerda al ver las procesiones del Viernes Santo, pídanle a Jesusito por mí, díganle que extraño ese canto del Perdón en la Antigua, a la luz de las velas.

Una pausa para pedirle a Dios, porque Guatemala tenga paz y pronto podamos vivir contentos todos en ese paraíso terrenal que nos vio nacer.

Un fuerte abrazo.

Foto: http://antiguadailyphoto.com/2007/04/08/holy-week-elements-the-churches/




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15 marzo 2008

EL PRESO No. 9

Perdón, quise decir EL CLIENTE No. 9, ó sea el reciente ex gobernador de Nueva York Eliot Spitzer. Pasa que me sonó a la vieja canción que se hizo famosa como "de cantina" desde antes que yo naciera, la cual menciona a un hombre condenado a muerte por matar a su mujer. Bueno, pero algo parecido creo que se le puede encontrar, porque el Gober cayó preso en los encantos de uno de los vicios más antiguos de la historia, mejor conocido en chapín como "Irse a Putas".

Perdón por la palabrota (especialmente a mis lectores más sensibles), pero es que no se puede uno quedar sin mencionar el vocablo tal cual es, dada la naturaleza de la noticia. Y, !P...uchis! qúe escándolo el que se armó por acá al saber que un político de de tan grande envergadura, estaba implicado en una red de prostutución de alta alcurnia, donde las "señoritas masajistas", eran unas mujeronas hermosas al estilo de la Pretty Woman, cuyos precios por el ratito oscilaban entre los 1,000 y 5,000 mil dólares o más.

Dinero que Eliotío Spitzer dicen iba a derrochar en placeres carnales, olvidándose de su carrera política y de su propia familia. Éste también casi mata a su mujer, pero de la cólera al ver que iba a gastarse la leche, sí, y el pan de sus hijos, por andar de birriondo solapado, pidiendo servicios sexuales por internet en una red de lujo llamada "The Empero´s Club VIP" (http://www.emperorsclubvip.com/), la cual no intenten ver por el momento, porque se encuentra desabilitada.
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Las investigaciones señalan que el Gober se gastó aproximadamente 80,000 dólares en prostitutas y era conocido en la red como El Cliente 9, quien según dicen algunas de las "sexo servidoras", no pedía que le hicieran, ni hacía nada sucio ni fuera de lo normal en sus encuentros íntimos. Lo peor, es que llegó a trasladar de un Estado a otro, a una de estas bellas acompañantes, asunto que agrava el delito y el escándalo.

El gustito le cobró el mayor precio, porque terminó con su carrera política ya que se vio obligado a renunciar. Al igual que al Preso No. 9, lo llevaron al "paredón" de la historia, por culpa de una mujer...y tal vez de otras más.
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La ironía es que él acabó con su imagen ante el país y su familia, mientras la cara prostituta favorita del Gobernador, quien trabajaba bajo el nombre de Kristen, ahora está explotando imagen y se conviertió en una mujer famosa con ofertas para portadas de Playboy y Penthouse. Haber cuánto le dura la fama.
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Ahora, él está abajo y ella arriba. Un cambio de posición nada más, dirían algunos.
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Por el momento, el New York Post no resistió la tentación de ponerla en la portada del 14 de Marzo, con un gran titular a dos palabras: BAD GIRL. Y en su interior, varias fotos muy reveladoras como la "preferida de Spitzer", en poses muy provocativas, luciendo un cuerpo espectacular. Púchica, pecado fuera que no tuvieran esos rostros y cuerpos perfectos, si ganan tanto dinero en un ratito para hacerse una y mil cirugías. Bueno, cada quien cuida su trabajo.

Personalmente tengo mis dudas en cuanto a la magnitud del escándalo, dadas los intereses políticos que están en juego actualmente. Se me hace que por allí no todo está dicho. Pero, por ahora lo vamos a dejar así.
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Para mí que Eliot, quien me cayó muy bien desde que tuvo la intención de otorgar licencias de conducir a los indocumentados, no tenía que renunciar todavía, porque como gobernador la estaba haciendo bien y podía esperar un juicio justo...pero uno nunca sabe la presión que existe por allá adentro. Se ve que los escándalos de "putas" y "putos" siguen a los demócratas (Clinton, Spitzer y McGreevey). Pero aún con eso, sigue sonando mejor "Hacer el amor y no la Guerra".
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Pareciera que para evitar que otro Gobernador ande haciendo "ojo pache" por allí, mejor pusieron a uno al que le entre el pecado por otro lado y no por la vista, porque el que lo sucedió es no vidente. Bien por él.

Sin embargo, me pregunto y así como me gustaría saber la opinión de las damas, quisiera especialmente conocer la de los caballeros en cuanto a lo siguiente:

- ¿Qué podría buscar un hombre casado en una prostituta? ¿Salir de la rutina acaso?
- ¿Qué puede esperar un hombre de una prostituta tan cara? ¿Será que sólamente el gusto de pegarse un revolcón con una mujer que luce perfecta?
- Además de ser bella, elegante, olorosa, fina y bien vestida ¿qué tanto tiene que saber hacer una prostituta tan cara? ¿Acaso los voltean al revés cual calcetín o qué?
.- ¿Le ganará en técnicas y artes sexuales a cualquier prostituta experimentada más barata o hasta alguna de la famosa "Línea" de Guatemala?
- ¿O será que les provocan orgasmos de oro?

Les dejo la inquietud, y quisiera que me respondieran sin inhibiciones.

Como dice un mi profesor, "People are the same all over the world", y como decía mi abuelita, "Gallina que come huevos, aunque le quemen el pico". Ya sea en las cantinas de los arrabales, donde bailan canciones como El Preso No. 9; también en la alta sociedad aparece el Cliente 9, demostrando que la tentación es la madre de la perdición.
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Habrá que exigirles más "miramiento" a los políticos, incluso al nuevo gobernador de Nueva York.

Foto: Portada del New York Post. 14 de Marzo 2008.

Canción El Preso No. 9: http://youtube.com/watch?v=3_305EQSFr8

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04 marzo 2008

UN SUSPIRO

Una mi tía, en segundo grado de consanguinidad, tenía una tiendecita de esas de ventana, en un lindo pueblo del altiplano guatemalteco. Mi tía es rellenita, como yo (tal vez un poquito más) y chaparrita. Además de vender golosinas, vendía el pan riquísimo que ella misma hacía como shecas, salporitas, francés de sal, pan dulce y los pequeños suspiros.

Vive aún en una de aquellas antiguas casas blancas, con techo de teja, patio grande y un corredor bien largo que al final tiene la cocina y por supuesto, el horno de iglú en el traspatio.

Mi querida tía, la mayoría de las veces se quedaba sola a cargo de la tiendecita, por lo que tenía que estar entre la ventana atendiendo sus clientes y el horno del fondo, cuidando que no se quemara el pan. Así que en una de tantas, estaba horneando las ricas "shecas", cuando escuchó que alguien golpeaba el mostrador de madera con una moneda mientras le gritaba con voz insistente y aguda:

- ¡Nía Conchitaaaaaaaa!, ¡Nía Conchitaaaaaaaa!

Mi tía acalorada por el fuego del horno, salió corriendo la pobre aguantando el peso de su cuerpo, mientras seguían golpeando el mostrador y gritando insistentemente:

-¡Nía Conchitaaaaaaaa!, ¡Nía Conchitaaaaaaaa!

Se atravesó el traspatio, la cocina, el jardín, los cuartos y cuando iba por la sala ya casi con la lengua de fuera, vio a un patojito estirando el pescuezo y tratando de ver para adentro con los ojos bien abiertos, mientras le seguía gritando:

- ¡Nía Conchitaaaaaaaa!, ¡Nía Conchitaaaaaaaa!

Muy agitada y sientiendo como que el corazón se le salía, mi tía cayó casi postrada detrás del mostrador pero alcanzó ver al niño con cara de atención para saber cuál era su urgencia. Él cuando la vio, le dijo muy tranquilamente:

- Me da un Suspiro.

Claro que mi tía le dio un Suspiro, pero desde muy dentro de su corazón, por el cansancio que traía y la tremenda decepción que le provocó el que la hizo correr por una galleta que en ese tiempo, valía un centavo.

Sé que muchos de nosotros hicimos más de una vez lo mismo con alguna pobre mujer, sólamente por un caramelito de aquellos de a 4 por centavo. Pero que no fuera a ser doña Toribia que cuando algún patojo la hacía atravesarse toda la casa para preguntarle por algo que ni siquiera había, le metía tremenda maltratada.

O tal vez fuimos como aquellos patojos que se quedan pensando todavía qué van a comprar y preguntando cuánto cuesta cada cosa, para al final llevarse lo más barato, mientras a la pobre doña se le queman los frijoles.

Pero, como reza el dicho: "El que tenga tienda, que la atienda", no importa si vendiendo sólamente un triste Suspiro.

Cuéntenme alguna anécdota, aunque sea una de aquellas donde doña Chila vendía franceses cuyo relleno era un banano recién pelado.


Foto 1:http://flickr.com/photos/borgnamarco/118794980/
Foto 2: http://antiguadailyphoto.com/


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