BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

30 abril 2007

HUÉSPEDES DEL CORAZÓN: UN ANGEL LLAMA A LA PUERTA

Cuando era niña, a menudo llegaban a mi puerta algunas personas pidiendo unos centavos, comida o lo que uno quisiera o pudiera darles. Mi mami me enseñó también que, cuando fuera medio día o tarde ya, si un vendedor ambulante pasaba tocando la puerta ofreciendo sus productos, había que darles al menos un refresco. Me decía que son personas que se ganan la vida caminando, llevando sol y agua, y muchas veces no venden nada como para comprarse un plato de comida.
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Mi abuelita decía que a veces Jesús se nos aparece en distintas formas, y que debemos ser siempre buenos y amables con las personas, especialmente con los menos afortunados.
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Eso siempre trato de llevarlo en mi corazón y en mis hábitos.
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Mi niñez fue un tanto solitaria. Tendría yo unos 10 años de edad, cuando empezó a frecuentarme una viejecita gordita de ojos muy dulces y que, ayudada por un bastón, caminaba a pasitos cortos y cansados. Su forma de vestir no era descuidada ni sucia y siempre usaba un pañuelito en la cabeza. Recuerdo que tocaba a mi puerta y me pedía, con gran amabilidad, que le regalara unos centavitos o algo de comer. Me estremecía el corazón el verla, pero su dulce mirar y su sonrisa me llenaban de sentimientos encontrados, que se conjugaban entre la compasión y la alegría.
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Acostumbraba pasar por las tardes cuando yo ya había llegado del colegio, y la hacía entrar al jardín para platicar con ella. Quería quedármela, adoptarla, qué sé yo. Pero siempre me daba las gracias muy corteses y se iba. Mi corazón se quedaba triste, pero satisfecho de habernos concedido un momento para compartir. Yo, en mi niñez lozana e inocente, y ella, en su vejez dulce y paciente.
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Cuando no pasaba, me sentía acongojada y siempre me preguntaba ¿dónde viviría, de dónde vendría, quién sería su familia?. Alguna vez se lo pregunté, pero nunca me dio una respuesta clara. Creo que tampoco yo quería saberlo realmente, porque no deseaba aceptar que alguien no pudiera acompañar a esa viejita y disfrutar de su amabilidad y su dulzura.
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A veces también pasaba algún sábado, pero casualmente era yo quien siempre abría la puerta cuando tocaba. Creo que la presentía.
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Un mediodía, la señora llamó a la puerta y mi madre la vio por la ventana. Con una gran sonrisa me dijo: - Vé a abrir, es tu viejita.
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Sí, era mía. Y esa mirada hermosa y esa sonrisa de ángel eran sólo para mi.
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Mi madre se paró a vernos por la ventana un par de veces y me pareció un poco raro que no interviniera en nuestra conversación. Simplemente observaba cómo entraba y salía yo de la casa en busca de comida para compartir con la ancianita.
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Llegué a esperar sus visitas con gran ilusión. La invitaba a pasar a la sala de mi casa, que era muy sencilla también, pero siempre decía que no, que prefería sentarse entre las florecitas de nuestro pequeño jardín.
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Se llegó el día que jamás imaginé: Ese día en que ella no llegó nunca más. De seguro falleció. Me puse muy triste y mi madre me consoló. Nunca más pude escuchar su vocecita pausada y carrasposita, ni ver sus ojos llenos de ternura.
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Pero lo raro fue que yo pregunté a todos mis vecinos si alguna vez la habían visto, o había tocado a su puerta, y me dijeron que NO. Sólamente mi madre la vio conmigo.
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¿Quién era? No sé. Y aún se me estremece el corazón al recordarla. Llevo grabada su mirada dulce, su sonrisa, su voz y hasta su suave aroma de ancianita, que llenaban mis tardes solitarias. Si acaso alguien la conoció, dígame quién era.
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A veces pienso que la adorable visitante, pudo haber sido una proyección de mí misma o, tal vez... en la otra vida, tenga un ángel más que está pidiendo siempre por mí. !Dios lo quiera!


Este post nació hace tiempo, pero hasta ahora lo escribí completo. Lo comenté una vez en el blog de Goathemala: La Tierra de los Arboles y nuestro amigo me aconsejó convertirlo en una postal. Gracias Goathemala, te lo dedico.
Hoy les traigo este relato, que se adjuntará a otros anteriores y serán parte de una publicación que titulé HUESPEDES DEL CORAZÓN, y que ustedes estarán viendo en primicia, pues los nuevos, aparecerán frecuentemente con este mismo estilo y claro, como siempre, serán temas reales y/o de mi propia experiencia.
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23 abril 2007

TERRY Y CANDY, LA MAGIA DE UN ANIMÉ: ¿Han vivido un amor así?

Creo que somos muchos los adultos de ahora, que en nuestra infancia, disfrutamos y lloramos con series como Heidy y Marco. Pero las mujeres que son de "mish tiemposh" y un poco antes o después, no me dejarán mentir que la serie de TV en dibujos animados, Candy Candy, era como una proyección viva con la que todas soñábamos y, como cosa muy rara, sentíamos algo especial por la rebelde actitud del noble caballero inglés, Terry Grandchester.
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En este fulanito, se cumple aquel viejo dicho femenino, de que "no hay hombre feo o guapo, sino con una pobre o una gran personalidad". Porque aquí ni hombre había, muchá. !Era un dibujo animado! Claro con una voz de príncipe y una arrolladora forma de ser, que se quedó para siempre en el corazón de todas las niñas que disfrutábamos la serie. ¿Será que realmente era un personaje animado o sea, con alma propia?
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Buzas las japonesas que se idearon la serie y a este personaje, ¿verdad? porque no sólo lograron que alguien inexistente cobrara vida, sino porque han sacado raja de un dibujito, desde finales de los 70´s, hasta la fecha con tremendo marketing (en un mi negocito así quisiera yo pensar, pero no me sale ni rosca).
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Todavía hace poco pensé que a lo mejor, yo era algo chusemitas, porque de chiquita estaba enamorada de Terry. Tanto hablaba de él que en el colegio me zamparon de apodo Candy (bueno, también porque me gustaba subierme a los árboles, armar pleitos, hacer berrinches y sacar la lengua).
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Pero cuál fue mi sorpresa, hace un par de años que, por pura curiosidad puse en el buscador del Google: "Terry Grandchester" y !puchis! el internet está forrado, no sólamente de fotos y recuerdos del famoso patojón, sino que tiene más fans que Ricky Martin y cualquier otro que sea de carne y hueso. Si hasta My Space tiene el fregado. Y allí están todas diciéndole que aún lo aman y todo eso. Bueno, hasta esos delirios no llegué yo.
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Lo que más me friqueó, fue ver que en el YouTube, hay docenas de videos de Candy y Terry, como personajes centrales de muchas canciones de amor. Hasta las lágrimas me sacó una, que les voy a incluir en el post. Y para los que no lo saben, los italianos más buzos todavía, se armaron una lica donde se quedan juntos la Candy y el Terry. Así como lo ven. Algo jalada la vi yo, pero al menos, nos dieron el gusto del siglo a todas las fanáticas.
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Si recuerdan, nuestra mayor frustación fue que Terry no se quedara con la Candy, aún cuando según nosotras, se amaban profundamente. Tendría que habernos caído mal el ceroplano, por rompernos el corazón a todas al dejar a la pobre Candy, literalmente, silbando en la Colina de Pony. No, pero como por mal quiere la mara, allí estábamos enamoradas del muñequito, soñando con aquél besote que le plantó en Escocia (el primer trinque en caricatura) y con los brillitos que le ponían en los ojos. He allí el mayor éxito, creo yo: la puñetera incertidumbre que nos sembraron desde chiquitas, de que si al fin se iban a juntar este par, que nos hacían suspirar en cada episodio.
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Pero, es que les pregunto así a lo macho: ¿A quién no le ha tocado vivir un amor así? ¿Quién no ha tenido que dejar ir a alguien, no por desamor, sino por deber?
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!Verdad! Creo que hasta un suspiro les saqué a los caballeros (y no se hagan, que muchos miraban Candy, aunque sea de reojo o haciéndose los bravos). ¿Me van a decir que no han tenido de esos amores que dejan tatuaje en el alma? ¿De esos recuerdos que ni dando amnesia se borran de nuestro espíritu? ¿De esos que nos dejan una marca para toda la vida y que nos cambia la forma en que amaremos de nuevo?
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!Mucha tele! van a decir, ya sé. Pero no. Todos tenemos una historia de amor perdido. Alguna vez se nos fue, o nos lo quitaron de un sólo porrazo. O lo que es peor, nos dejó así nomás porque ya no nos quería. !Ayayay, cómo duele! cómo dijo la Selena.
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Y no se hagan porque yo sé que sí. Más de alguna historia de amor, tenemos cada uno en la existencia.
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Creo que a todas las mujeres de hoy, que tuvimos la oportunidad de ver cada episodio de Candy, además de sufrir con tanto abuso infantil que cometían con ella, algo nos dejó en la memoria ese romance con Terry. Creo que aprendimos que no todos los finales son felices y que, más de alguna vez, hay que hacerle frente a la vida, aún heridos de muerte y seguir adelante.
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Dedico este post a todas y todos los niños de ayer que, a pesar de tener sólamente 5 canales de TV para ver, disfrutábamos de lo que nos pusieran y no andábamos alegando tanto. Y si no nos gustaba...afuera, en la calle, armábamos nuestras propias aventuras.
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Y también a aquellas y aquellos que alguna vez, tuvimos que armarnos de valor para terminar algo, partir y desperdirnos. O, aunque no quisiéramos, decir un adiós con dignidad.
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Quiero hacer un juego: En este post se vale comentar como Anónimo (a), sólamente para que suelten la lengua y saquen del fondo del corazón, la historia de ese amor que se fue, o se tuvo que dejar ir. ¿Qué harías con ese amor si pudieras regresar el tiempo?
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Aquí les dejo el video de Terry y Candy con Il Divo, y una rola para colgados: "Hoy Que Ya No Estas Aquí".
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Sólo pa'que se me vayan inspirando...
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Foto: Anime lost Valley www.miarroba.com

Para los que quieren recordar a HEIDI, aquí les dejo: http://www.youtube.com/watch?v=t5ioHhgwG40

Y a MARCO: http://www.youtube.com/watch?v=c1kaJhPutGo

14 abril 2007

!VE, QUÉ DOMADORA!

Allá por la zona 6, donde yo crecí, llegaban unos cirquitos todos ratitas los pobres, con una cabra, un mico, un caballo y un montón de payasos. Recuerdo que tenían sus carpitas bien viejas y las ponían en lugares llenos de lodo; aún así salían a promocionarse con un altoparlante y un entusiasta:
!Vamos todos al Circo!

LA ENTREVISTA
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Esos cirquitos eran la alegría de los niños, especialmente de los más pobrecitos. A mí me encataron siempre los circos y le decía a mi mamá que quería irme con los cirqueros a trabajar. Soñaba con ser domadora ( ya fuera de leones o de hombres, no le hacía...jejeje. !Ya va, ya va! ). .Todavía me sorprende mucho, la capacidad de algunas personas para hacer que les obedezcan las fieras y demás animales de la selva. Toda la vida pensé que les pegaban con esos látigos, pero fue hasta que hice un reportaje de un circo, que me di cuenta que no es así, que los usan nada más para asustarlos. Bueno, al menos donde fui, hace unos añitos.

Ya sé que se están imaginando el Cirque Du Soleil o al menos, el Ringling Brothers Circus. No muchá, me fui a El Rey Gitano. Uno de los grandes de Guate, ya saben que para mí es primero el producto nacional (aunque me hubiera gustado que me asignaran el reportaje en alguno de los anteriores). El objetivo era conocer la vida de las familias que se dedican a este mundo circense..
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Conocí entonces, al legendario y ahora difunto, Tarzán López, quien estaba sin un pie porque un león se lo había comido. !Uy qué miedo! Bueno, lo primero que hice fue entrevistar a un cuate, Tarzán López Jr. (sobrino del primero), que dormía con dos serpientes, un par de pitones constrictoras y las usaba de almohada, decía...

Eran muy amables las culebritas, durante la entrevista, se me enrollaban en el cuerpo, yo digo que de cariñosas, pero mi camarófrafo opinaba que lo que querían era estrujarme. !Ulugun! Son tan friítas ellas.

Para asuntos del reportaje, me prestaron unas botas de domadora y un látigo. Feliz yo. Pude acercarme a un león muy grande y muy feroz, que hasta al mismo Tarzán le ruge. Tuve también la oportunidad de jugar con un leoncioto cachorrito me dijeron que era, como de 250 libras, muy chulito él y educado. Se tiraba al suelo haciendo arrumacos como un lindo gatito. Cuando de repente, sólamente vi que voló frente a mi cara la mano de su domador. Asustado me pidió que mejor dejáramos al "leoncito" jugar solo, porque estaba poniéndose confianzudo conmigo y por poquito, me pega un zarpazo en el rostro...según él, cariñosamente.

EL ELEFANTE, ESTRELLA DE LA NOCHE
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Al terminar las entrevistas, por pura curiosidad, pedí subirme un ratito al elefante, un ser dulce y retozón que a la sóla voz del Tarzan Jr. se tiró al suelo lo más que pudo, para que yo me subiera encima. Aún así, estaba alto. Con la ayuda del domador logré montarme, y al nomás sentarme empecé a buscar de dónde agarrarme; al no ver nada, le pregunté a Tarzancito, un poco asustada:

- ¿Y dónde tiene la rienda?
Y me contesta, muerto de risa, - No tiene, agarrate del pelo.
- ¿Del mío?- le pregunté casi gritando.
- No- me dijo -, del pelo del elefante.

Púchica, lo único que tenía era unos pelos como de coche y si se los jalaba, a lo mejor me tiraba a la punta. Eso fue sólo el principio. Como me sentía insegura por allá arriba, le dije al domador que mejor me bajaba. Pero el muy pícaro me dice: - Nooo, ¿cómo vas a creer? si es el momento del número del elefante. Y se montó detrás de mí.

!Por el gran poder de Dios, muchá! Se empieza a levantar aquel gran animal. Yo sentía que ya me botaba porque, como se incorpora primero con las patas de adelante, siente uno que se cae para atrás. Pura la rueda de Chicago.

!Uy no, uy no, uy no! era lo único que podía decir, pero logré pedirle al patojo ese, que me agarrara de la cintura y que no me fuera a soltar para nada. Les juro que me prometió no soltarme el muy fregado, pero en el video y las fotos, allí sale con las manotas para arriba. !Cara de chucho!
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Bueno, salimos a la arena o escenario, yo, temblando del miedo, me agarraba de donde podía. Era tan feo no tener algo para sujetar, montada en ese elefantón que se hamaqueaba de un lado a otro. El Tarzan Jr. me decía que me calmara y que disfrutara el momento.

- !Levantá los brazos y saludá, saludá al público, que no vean que tenés miedo!- me decía el baboso.

Dentro de mí, le echaba cien mil diablos al domador ese. Pero pensé, que a lo mejor no iba a ser tanto que el elefante caminara un poco por allí. !Queeeeé! lo pusieron a hacer un montón de ejercicios con nosotros encima: Subía las patas de adelante a unos bancos (y allá iba yo pa´tras). Luego que subiera las patas de atrás en el mismo banco (y allá iba yo pa´delante). Después, que se sentara (y allá iba yo pa´tras, otra vez). Lo más feo estuvo cuando lo pararon en dos patas y dio vueltas conmigo encaramada. !Uy no, sentía que me iba a venir resbalada para abajo!

Eso me pasa por shute y querérmela pasar de domadora. Yo y mi gran bocota.

Al nomás salir de la arena, pedí bajarme del elefante lo antes posible y el dulce animal, volvió a echarse para que yo pudiera apearme (qué elegancia de palabra). Tan sólo puse los pies en el suelo, toda asustada, quise salir corriendo, pero únicamente di tres pasos y me caí de cara. Completamente entierrada me levanté, mientras todos se reían de mí, al ver que no me dejé venir del elefante, pero sí di el carazo en lo puro plano. Yo creo que me atarenté, por el susto y la altura. Y qué bueno que no fue delante de todo el público.

LO QUE ME QUEDÓ
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Dentro de todo, me gustó la habilidad de los Tarzanes para hacer que fieras tan salvajes como leones y tigres, les obedezcan sin golpearlos, porque a pesar de tenerlos cautivos, al menos los tratan con gran amor. Creo que hace falta tener un don especial con los animales. Además, los López son personas amables, hospitalarias y muy talentosas. Admiré profundamente a esa familia circense, porque a pesar de las incomodidades y los recursos limitados se toman su tiempo para ponerse sus atavíos especiales, maquillarse y salir a ofrecer un espectáculo con entrega, entusiasmo y dedicación.

Aun cuando, ese día la mayor atracción fue una periodista miedosa, que no gritó por meritito orgullo o porque no le salía la voz del puro arrale.

Sea éste un homenaje a los artistas de los circos guatemaltecos, que pocas veces son reconocidos y escasamente apoyados.

Ese día, el legendario Tarzán López me bautizó con el nombre artístico de Indiana, por no haberle tenido miedo a las fieras, ni a las serpientes. Pero ni loca me vuelvo a encaramar al elefante......A pesar de que me gusta el circo y tuve esta experiencia, quiero manifestar mi rechazo a que las animales salvajes sean utilizados, confinados a estrechas jaulas y muchas veces, sean doblemente maltratados con golpizas y mala alimentación. Los que ya están allí, pues a lo mejor no lograrían sobrevivir en su medio ambiente, pero que no saquen un animal más de su hábitat. Se puede, el Du Soleil lo ha demostrado.

La foto me la tomó mi querida madre, quien ese día, me acompañó a trabajar. El que está detrás de mí es Christian López, el nuevo Tarzán del clan circense y pueden verlo mejor, con sus serpientes y sus gatos salvajes en http://www.reygitano.com/animales.htm Aunque dicen que su orgullo son los trapecistas. Bien por ellos.

  • Ver Foto Chachi con Serpiente.
  • Ver Foto Chachi con el León. La pierna es del Tarzán que está atrás. Y más atrás el payaso Chichí.
  • 09 abril 2007

    SE ACABÓ EL FERIADIQUIS

    !Vaya si no! después de dormir mucho, quiere uno seguir durmiendo; después de descansar un montón, se quiere continuar de feriadito Pérez. Pero no muchachitos y muchachitas, hay que seguir aportando talento a la sociedad y siendo útil al mundo y a sí mismos. Mejor dicho en otras palabras, seguir en la tarea del pobre, para ganar pisto.

    Pero, ¿será que realmente trabaja uno demasiado? Cuando estaba en el colegio, un profesor de matemática, nos llegó con un cálculo que en su momento nos dejó pasmadillos, pero luego vimos que realmente había algunas cosas que analizar y sé que muchos de ustedes ya lo han visto. Se los transcribo:

    “El año tiene 365 días de 24 horas, de las cuales 12 están dedicadas a la noche y hacen un total de 182 días, por lo tanto, sólo quedan 183 días hábiles; menos 52 domingos, quedan 131 días; menos 52 sábados, quedan un total de 79 días de trabajo; pero hay 4 horas diarias dedicadas a las comidas, sumando 60 días, lo que quiere decir que quedan 19 días dedicados al trabajo. Pero como gozas de 15 días de vacaciones, sólo te quedan cuatro días para trabajar; menos aproximadamente tres de permiso que utilizas por estar enfermo o para hacer diligencias, sólo queda un día para trabajar; pero ese día es, precisamente, el Día del Trabajo, que es fiesta, y por lo tanto no se trabaja.”

    Como les decía, si uno lo ve así, pues como que se pregunta ¿Y por qué fregados siempre ando forrado de trabajo, con cansancio y muchas veces, sin pisto? !Allí está el detalle pues! Lo que pasa es que este cálculo tiene error.

    Con mi Negrito (más que todo él, porque yo para los números soy peor que una vaca echada) nos pusimos a ver cuánto es realmente lo que se trabaja al año, y el resultado es real y sorprendente:

    El cálculo es para una persona "muy ocupada" que se mata trabajando de sol a sol (¿...?) 40 horas a la semana:

    Ahora, multipliquemos 40 horas X 52 semanas que tiene el año,
    = 2,080 horas.
    Menos, 15 días de vacaciones equivale a 11 días laborables de 8 horas,
    = 88 horas.
    Menos, 12 días de feriado oficial, de 8 horas,
    = 96 horas.
    Menos, 10 días que se falta al trabajo por enfermedad, duelo, sesiones de padres de familia, mandados y otras casacas,
    = 80 horas.
    Total de horas sin trabajar o de ausentismo: 264 horas.
    O sea esto es igual a 2,080 horas - 264 = 1,816 horas de trabajo real.
    Si esto se divide entre 24 (horas del día) = 75.5 días realmente trabajadas al año.

    Esto da un total de 2 meses y 15 días de trabajo en el año. O sea el tiempo que uno pasa en la oficina o lugar de trabajo, haciendo algo o no.

    Entonces lo que se vaga es la sorprendente cantidad de: 9 meses y 15 días al año.

    ¿Cómo les quedó el ojo? ¿No que mucho trabajar pues?

    Eso sería como trabajar 2 meses y medio, de corrido, 24 por 24, los 7 días de la semana y descansar los 9 y 1/2 restantes.

    ¿Y como es que hay muchos que quieren llegar a ser ricos así?

    ¿Y qué hay de los que son haraganes, que sólo llegan a comer, a chismear, a chatear en la compu, a vagar por los blogs?

    Después no digan que están muy cansados, que queman muuuucha materia gris, que no tienen dinero, o lo peor...que no tienen tiempo para darse unas buenas vacaciones.

    Ahora me pregunto ¿cómo les saldrá este cálculo a los maestros, que son los que tienen más días libres al año? Bueno, dejémosle deber a ellos.

    No le vayan a pasar este calculito a sus empleadores, muchá, no vaya a ser que dispongan recortarles el sueldo.

    Foto: www.portalmix.com

    06 abril 2007

    UNA LÁGRIMA

    El nombre de la bellísima marcha, "Una Lágrima", esta Semana Santa me tocó vivirlo como tal. Qué belleza de música, mis queridos cucuruchos, romanos, centuriones, cachuerecos, penitentes, devotos, mirones y demás amigos y amigas chapines, que tienen la dicha extraordinaria de estar en Guate en estos días.

    Porque sí, es una bendición de más, ver pasar frente a uno esas maravillas de andas. ¿Y qué me dicen de las imágenes? Es que, pareciera que el Jesusito ya se va a mover. A mí, personalmente me impresionan profundamente. Y acá lejos, al escuchar las marchas, de momento me dio una gran melancolía y claro, que derramé una lágrima por mi bella Guatemala.

    Me acuerdo que mi abuelita linda, se sentaba en un sillón, en las tardes de Semana Santa, a escuchar las marchas fúnebres, de manera tan sentida. !Ah! es que mi viejita era maestra de música y sabía apreciar perfectamente ese tipo de melodías.

    Uno de güiro, a veces las oía como un tanto aburridón, porque se andaba pensando más en la comedera de pan y dulces que mi abuelita preparaba con tanto amor, desde el sábado de ramos. Pero aunque patojo, esas cosas se le quedan. !Qué tiempos! vuelvo a ser niña, cuando me acuerdo de tantas vivencias que la Semana Santa en Guatemala nos permite guardar en nuestras memorias: procesiones, visitas de sagrarios, alfombras, música, comidas y ese fervor que ni siquiera en Sevilla, España pude ver. (Con todo respeto a mis amigos andaluces). Y eso que por allá, también la Semana Mayor es maravillosa.

    Yo soy capitalina y tal vez por eso, me gustan mucho las procesiones de la capital, especialmente las del Santo Entierro, que salen el Viernes Santo. Y es que no es sólamente la cachurequez, sino contemplar el arte y todo el trabajo que esas andas llevan encima. Y el gentío que las cargan. No hay duda que en Guatemala, poseemos cada Semana Santa la dicha de observar el milagro del fervor.

    Ese cortejo como el de Santo Domingo que lleva los 21 pasos de la Pasión. Un anda espectacular y super lujosa que se ha construído con meses de anterioridad. El respeto, la logística, el manejo perfecto de itinerarios y el orden extraordinario es loable no sólo en esa, sino en todas las procesiones.
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    Por otro lado, la llamada Procesión de los Pobres del Calvario, es sencillamente bellísima. Cuentan que tiene ese sobre nombre, porque todos los vendores ambulantes de la 18 calle, iban a comprar sus turnos por abonos y parece que todavía es así. !Qué especial!

    En La Antigua con lo que más se lucen es con las sorprendentes alfombras, que no sólo son una muestra espectacular del arte guatemalteco, sino también del famoso ingenio chapín, al poderlas construir sobre las calles de piedra. Además la ciudad hace un marco hermoso, que nos transporta más a la Pasión de Nuestro Señor. Esa solemne procesión del Viernes Santo que pasa frente a Catedral y todos los devotos la hemos esperado con velas encendidas y cantado el Perdón, más de una lágrima nos ha hecho rodar.

    Así que si vos estás triste porque no tenés pisto, o tiempo, u oportunidad para viajar, conocer y estar en otro lado del mundo en este feriadito, mejor ponete las pilas, un par de tenis y salí sin billetera o bolsa (por aquello de los ladrones), y andate a ver las andas y las alfombras, que es una verdadera bendición poder estar en Guatemala en estos días, que es donde se vive la más hermosa Semana Santa de América y tal vez, del mundo.

    Saludos a los músicos de las bandas, los cargadores y cargadoras, con traje de cucurucho o tacuche, mujeres con madrileña, timoneles, brazos penitenciales, romanos con casco de escoba, palestinos, fotógrafos, devotos y a todos los que sólo llegan a comer o a empujar...pero al menos hacen bulto, ¿verdad?

    Si alguien puede, cuénteme cómo estuvieron las procesiones del Viernes Santo en Guatemala.

    En cuanto al paso del canto del Perdón en la Catedral de Antigua, tal vez por allí hay alguno con sentido común y suficiente autoridad, que conozca al que se pone allí mismo en el atrio con un gran altoparlante, queriendo dirigir el canto, me haga favor de decirle que le quita toda la magia al momento con su bulla.
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    Gracias al Blog de Esquipulas por incluir una linda marcha.
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    Foto del Cristo Yacente del Templo del Calvario:

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